Espiritualidad de la OFS
¿Cuál es nuestro carisma y nuestra misión?
Testamento de San Francisco: 1-3
El Señor me dio de esta manera a mí, hermano Francisco, el comenzar a hacer penitencia: porque, como estaba en pecados, me parecía extremadamente amargo ver a los leprosos. Y el Señor mismo me condujo entre ellos, y practiqué la misericordia con ellos. Y al apartarme de los mismos, aquello que me parecía amargo, se me convirtió en dulzura del alma y del cuerpo; y después me detuve un poco, y salí del siglo.
Vivir trabajando
Consideren el trabajo como don de Dios y como participación en la creación, redención y servicio de la comunidad humana.
Como primera y fundamental contribución para la edificación de un mundo más justo y más fraterno, comprométanse en el cumplimiento de los deberes propios de su trabajo y en una adecuada preparación profesional.
Cristo modelo
La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de san Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres.
CRISTO, don del amor del Padre, es el camino hacia Él, es la verdad en la cual nos introduce el Espíritu Santo, es la vida que Él ha venido a traernos abundantemente.
Vivir en familia
Vivan en la propia familia el espíritu franciscano de paz, fidelidad y respeto a la vida, esforzándose en convertirlo en el signo de un mundo ya renovado en Cristo.
Amor a María
La Virgen María, humilde sierva del Señor, siempre atenta a su palabra y a todas sus mociones, fue para San Francisco centro de indecible amor, y por él declarada Protectora y Abogada de su familia. Los Franciscanos seglares den testimonio de su ardiente amor hacie Ella por la imitación de su disponibilidad incondicional, y en la efusión de una confiada y consciente oración.
Oración
Como Cristo fue el verdadero adorador del Padre, del mismo modo los Franciscanos seglares hagan de la oración y de la contemplación el alma del propio ser y del propio obrar.
Vida sacramental
Participen de la vida sacramental de la Iglesia, especialmente de la Eucaristía, y asóciense a la oración litúrgica en alguna de las formas propuestas por la misma Iglesia, reviviendo así los misterios de la vida de Cristo.
Mensajeros de la perfecta alegría, esfuércense permanentemente para llevar a los demás el gozo y la esperanza.
Anunciar la Buena Nueva
Sepultados y resucitados con Cristo en el Bautismo, que los hace miembros vivos de la Iglesia, y a ellas más estrechamente vinculados por la Profesión, háganse testigos e instrumentos de su misión entre los hombres, anunciando a Cristo con la vida y con la palabra.
Mensajeros de la perfecta alegría, esfuércense permanentemente para llevar a los demás el gozo y la esperanza.
Vivir en fraternidad
Los Franciscanos seglares, busquen la persona viviente de Cristo en los hermanos, en la Sagrada Escritura, en la Iglesia y en las acciones litúrgicas.
La vocación a la OFS es una llamada a vivir el Evangelio en comunión fraterna. Con este fin, los miembros de la OFS se reúnen en comunidades eclesiales, que se llaman Fraternidades.
Minoridad
Cristo, confiado en el Padre, aún apreciando atenta y amorosamente las realidades creadas, eligió para Sí y para su Madre una vida pobre y humilde; del mismo modo, los Franciscanos seglares han de buscar en el desapego y en el uso, una justa relación con los bienes terrenos, simplificando las propias exigencias materiales; sean conscientes, en conformidad con el Evangelio, de ser administradores de los bienes recibidos, en favor de los hijos de Dios.
Amor a la Creación
Siguiendo del ejemplo de San Francisco, Patrón de los ecologistas, promuevan activamente iniciativas para la salvaguarda de la creación, esforzándose para evitar la contaminación y la degradación de la naturaleza, y crear condiciones de vida y ambiente, que no sean una amenaza para el hombre.
Construir el Reino de Dios
Llamados, juntamente con todos los hombres de buena voluntad, a construir un mundo más fraterno y evangélico para edificar el reino de Dios, conscientes de que "quien sigue a Cristo, Hombre perfecto, se hace a sí mismo más hombre", cumplan de modo competente sus propios deberes con espíritu cristiano de servicio.
Solidaridad
El sentido de fraternidad les hará felices y dispuestos a identificarse con todos los hombres, especialmente con los más humildes, para los cuales se esforzarán en crear condiciones de vida dignas de criaturas redimidas por Cristo.
Acojan a todos los hombres con ánimo humilde y cortés, como don del Señor e imagen de Cristo.